El aprendizaje musical mejora el comportamiento en niños
Para recibir su título de licenciatura en Psicología de la Universidad de Panamá, Lucía Bertello se propuso hacer una tesis sobre los efectos positivos de la música en 36 estudiantes (con edades entre 5 y 13 años) que aprendieron a tocar un instrumento musical en la Fundación Danilo Pérez, un centro educativo que funciona en Panamá y que estimula el aprendizaje de este arte.
El entrenamiento musical recibido ayudó a reducir los niveles de hiperactividad en los niños, así como los conflictos con sus pares. Foto tomada de http://fundaciondaniloperezpanama.org/programa-creativo-musical-infantil/
Su proyecto de investigación tenía como objetivo conocer y cuantificar si el entrenamiento musical tiene un efecto positivo contribuyendo a reducir problemas conductuales y emocionales en los niños. Para su investigación, Bertello -quien es de nacionalidad argentina, pero que reside en Panamá desde hace más de 10 años- hizo encuestas a los padres o los cuidadores de estos niños. A través de las respuestas, la psicóloga pudo medir los cambios observados en la conducta y las emociones en los niños durante el periodo de entrenamiento musical que duró tres meses. Su análisis halló que el entrenamiento musical recibido ayudó a reducir los niveles de hiperactividad en los niños, así como los conflictos con sus pares. También encontró que el aprendizaje musical redujo los niveles de ansiedad y depresión en la muestra estudiada. Su tesis de licenciatura contó con el apoyo del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología y con el financiamiento de la Fundación Benéfica Deveaux en Panamá.
Para entender un poco más sobre el efecto de la música recurriremos a la respuesta de nuestro cerebro. Previamente se ha demostrado que la música promueve la liberación del neurotransmisor llamado dopamina, una hormona que interviene en procesos como el uso de la memoria y el sentimiento de placer. Estos estímulos generan una respuesta fisiológica ante la estimulación auditiva. El gusto por la música y su proceso de aprendizaje traen consigo grandes ventajas para el cerebro, las emociones y comportamiento.
