El volcán de Colima, un riesgo latente
De acuerdo a Raúl Arámbula Mendoza, investigador del Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima, un volcán se define como un lugar o apertura en la corteza terrestre de donde salen materiales calientes (lava, ceniza, rocas y gases) del interior de la Tierra. Parte de estos materiales se acumulan alrededor del punto de emisión, formando cerros o montañas que llegan a alcanzar grandes alturas.
En cuanto a los materiales calientes, menciona que pueden salir por grietas o por el cráter, que es un orificio en la parte superior de una montaña formado por erupciones anteriores. La lava de los volcanes es un compuesto formado principalmente de minerales silicatados (formados por varios elementos químicos en combinación con silicio y oxígeno) y es expulsada a la superficie a altas temperaturas.
Los volcanes mexicanos y su impacto
Arámbula Mendoza, en entrevista para la Agencia de Noticias Científicas de Latinoamérica (ANCLa), mencionó que los volcanes más importantes en nuestro país son los que tienen actividad y pueden poner en riesgo la vida de las personas. Actualmente existen dos volcanes activos, el Popocatépetl localizado en el centro de México, en los límites territoriales de los estados de Morelos, Puebla y México y el Volcán de Colima. Los dos representan un riesgo tanto para la vida de las personas como para las actividades económicas que se llevan a cabo a su alrededor (agricultura, ganadería, transporte, etc.)
“Estos mismos volcanes son conocidos en toda Latinoamérica. Con el aumento de los medios electrónicos y las redes sociales, el conocimiento de la actividad de nuestros volcanes ha superado fronteras y es seguida por gente de otros países. Fotógrafos de todo el mundo han visitado el Volcán de Colima, así como vulcanólogos que trabajan en conjunto con investigadores principalmente de la Universidad de Colima”. Enfatizó Raúl Arámbula.
La situación actual del Volcán de Colima
El Vulcanólogo de la Universidad de Colima comenta que el Volcán de Colima es el más activo de México, pues se han identificado más de cincuenta erupciones en los últimos 500 años. El volcán tiene periodos eruptivos intensos aproximadamente cada 100 años. Estas erupciones han sido principalmente del tipo Plinianas, caracterizadas por generar columnas eruptivas muy grandes, superiores a los 10 kilómetros de altura, además de mucha ceniza que es llevada por los vientos dominantes. El volcán también ha expulsado flujos piroclásticos hasta una distancia de 15 kilómetros aproximadamente. Estos son nubes de gases y ceniza a altas temperaturas que pueden destruir todo a su paso.
Actualmente el Volcán de Colima continua en actividad. Existe el crecimiento de un domo de lava en su cima que aumenta de tamaño a una velocidad muy alta. Adicionalmente, existen explosiones de baja intensidad que acompañan a este crecimiento. Este es un proceso ya observado en años anteriores y hasta ahora no representa un riesgo alto para las comunidades cercanas al volcán; sin embargo, el Volcán de Colima tiene la capacidad de intensificar su actividad en términos de días a semanas, por lo que el monitoreo constante es esencial para dar aviso a la población que vive y trabaja cerca de él.
