Celdas de combustible microbianas en Latinoamérica
- Agencia de Noticias Científicas de Latinoamérica
- 5 abr 2016
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La electricidad es un fenómeno físico asociado con el movimiento de partículas subatómicas positivas y negativas. Desde su aprovechamiento a partir de la segunda revolución industrial como una importante fuente de energía se ha convertido en el sostén del estilo de vida la humanidad. Aunque por sí misma no contamina, los combustibles fósiles o las reacciones nucleares usados para su producción si tienen un gran impacto ambiental. Es por eso que constantemente surgen iniciativas científicas que desarrollan electricidad limpia mediante un mayor aprovechamiento de los recursos renovables. Una nueva alternativa de este tipo de energía está siendo estudiada en Ecuador.
Investigadores de la facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Central de Ecuador tratan de desarrollar una celda combustible microbiana que funcione con las cargas negativas producidas durante la descomposición de la materia orgánica. Esta actividad es realizada por bacterias capaces de vivir en condiciones con bajas concentraciones de oxígeno (anaerobias). Los experimentos demostraron que además de convertir energía química en electricidad, la descomposición mediante las bacterias también resulta en agua limpia y oxígeno. Aunque el proyecto aún está en una fase inicial, los científicos se encuentran realizando pruebas con bacterias que extrajeron de la represa de Paute y degradando la materia orgánica presente en aguas industriales. El próximo paso es trabajar con aguas residuales domésticas. Además, de generar energía limpia, esta tecnología ecuatoriana puede ser usada para la limpieza y descontaminación de agua.
Esta tecnología también está siendo desarrollada en México por investigadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Trabajando con la bacteria Escherichia coli, responsable de ocasionar diarrea y otras enfermedades graves en seres humanos, los mexicanos iluminaron un led partir de los electrones que resultaron de la descomposición de glucosa, realizada por este microorganismo, usando un circuito externo de nanofibras de dióxido de carbón y titanio. Con el objetivo de optimizar la obtención de energía, también se han electrocutado varios cultivos de E. Coli para que las sobrevivientes se reproduzcan y den paso a una nueva generación que sea más resistente y transmita los electrones más fácilmente al sistema.






















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