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El hombre contra la naturaleza: la guerra contra el cambio climático

Desde que el ser humano cobró conciencia de su gran capacidad para transformar el mundo que lo rodea ha librado una lucha insaciable para poder controlar su entorno. Sin embargo, esta sed voraz se ha traducido en la explotación y consumo desmedido de los recursos naturales. Hoy, como el depredador más importante del planeta, el hombre enfrenta una dura guerra contra el cambio climático y sus efectos. El inicio de esta batalla se ubica en los albores de la humanidad con el descubrimiento del fuego, el gran transformador de la civilización humana. Además de orillar al hombre a su siguiente paso evolutivo, la vida sedentaria, este elemento permitió la producción de energía mediante la quema de combustibles fósiles (como carbón, petróleo y gas natural), llamados así por ser derivados de la vida de hace millones de años.


El problema con el proceso de combustión de este material orgánico es que produce gases que se acumulan en la atmósfera y evitan que la radiación térmica emitida por la superficie del planeta escape a la parte superior de la atmósfera. De este modo, estos gases (principalmente dióxido de carbono, CO2; metano, CH4 y óxido nitroso, N2O) causan que el calor se retenga en la superficie del planeta (efecto invernadero), aumentando su temperatura.



Infórmate más sobre los gases de efecto invernadero en este boletín de la Organización Mundial Meteorológica (OMM):


http://goo.gl/3bRsXN


Con la llegada de la revolución industrial se comenzaron a utilizar muchos de los combustibles fósiles y se emitieron estos gases sin alguna restricción. El incremento paulatino de su acumulación en la atmósfera ha tenido un efecto negativo. La Organización Mundial Meteorológica (OMM) señala que entre 1990 y 2014 el planeta experimentó un incremento de temperatura del 36% a causa de los gases de efecto invernadero de larga duración resultantes de las actividades industriales, agrícolas y domésticas.


El pasado 9 de noviembre la OMM emitió una alerta con respecto a la elevada temperatura media global y las exageradamente altas concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera. 2015 se ha declarado como el año más caluroso del que se tenga constancia, sobrepasando por 1° C los niveles de temperatura registrados antes de la era industrial.


Consulta el comunicado de la OMM en la siguiente página:

https://goo.gl/aR3ZWH


Ahora bien, ¿Qué importancia representa esto en la vida cotidiana de las personas? Si se continúa con la tasa de contaminación actual, para el año del 2100 se producirá un aumento progresivo de la temperatura global de unos 4 a 5 °C que desencadenará el desastre. Los precios a pagar por este “ligero” aumento de la temperatura global se verán reflejados en un clima extremo e inhóspito con un frecuente número de ciclones de mayores intensidades y dimensiones, y en el ascenso del nivel del mar (este punto les preocupa particularmente a los holandeses).


Para los curiosos:

  • La razón de su preocupación es porque el territorio de Holanda se encuentra bajo el nivel del mar. Si deseas conocer más datos curiosos sobre la lucha de este país contra el océano, visita la siguiente página:

http://goo.gl/r2QRa3



Con el objetivo de disminuir las emisiones de CO2 y otros gases de efectos invernadero, a nivel internacional se han firmado varios tratados que buscan comprometer a los gobiernos con esta tarea. Una de ellos es el tratado de Kioto que se firmó en el año de 1997, pero que ha resultado ineficiente ya que los efectos de estos gases se han agudizado. Este 30 de Noviembre, en el marco de la Conferencia del Clima COP21 se realizará en Paris la renovación de dicho tratado. En esta reunión se discutirán principalmente las medidas a adoptar para disminuir las emisiones de CO2 y evitar que el calentamiento de la Tierra sobrepase los 2 °C en relación con la era preindustrial. Otro punto clave de la agenda será la instauración de un mecanismo para la recaudación anual de $100 billones de dólares. Esta cifra se usará para ayudar a países afectados por desastres naturales asociados al aumento de la temperatura global.


Latinoamérica frente al calentamiento


En Latinoamérica, la batalla para disminuir la concentración de CO2 se ha tomado en serio. Durante este mes en Perú se inauguró la reserva ecológica de Sierra del Divisor, con una superficie que comprende más de 1.3 millones de hectáreas entre las regiones amazónicas de Loreto y Ucayali. Esta es una región selvática cubierta de montañas de origen volcánico y es una de las zonas geológicas más antiguas de la Amazonía. Por su singular situación geográfica, la zona alberga especies únicas como el ave del divisorius (Thamnophilus divisorius), también conocida como hormiguero de Acre, descubierta en el año del 2004. Con la declaración y conservación de esta zona ecológica Perú pretende reducir sus emisiones de carbono un 30%.

Sierra el Divisor (Perú)

Conoce más datos sobre el Parque Nacional Sierra del Divisor en el siguiente enlace:

http://goo.gl/zD9SEY

En Chile, recientes estudios demostraron que el ciprés patagónico (Fitzroya cupressoides) tiene una excepcional capacidad de almacenaje de CO2. Durante su proceso de fotosíntesis, este árbol procesa el dióxido de carbono del aire para producir madera, pero a diferencia de otras especies logra capturar este gas por mucho más tiempo, incluso durante varios siglos. Este árbol forma bosques densos que crecen en las laderas inaccesibles de las montañas del sur de los Andes, lo que los hace inalcanzables para el consumo de las actividades humanas. Estos bosques constituyen una parte importante de la reserva de cubierta vegetal para los pulmones Tierra.


Lee el artículo completo (en inglés) del descubrimiento realizado en chile:

http://goo.gl/0fUX1F

La gran capacidad de captura de CO2 de este árbol debe ser una propiedad que se considere en las iniciativas nacionales e internacionales para reducir los niveles de carbono. La comunidad científica ha hecho un llamado para que se dé cumplimiento a la ley que desde 1976 considera al ciprés patagónico como Monumento Nacional. Esto obligaría a su adecuada protección contra incendios y cortes ilegales y al establecimiento de programas de restauración a largo plazo para su recuperación en la Cordillera de la Costa y la Depresión Central de Chile, donde extensas áreas han sido quemadas en los últimos siglos.

Ciprés Patagónico. Reserva Alerce Andino Chile

Estos son algunos de los ejemplos recientes en la diligencia contra el cambio climático. Sin duda, aún queda mucho por trabajar y hace falta que más países y sus ciudadanos se sumen a esta causa ¿Acaso la ambición del ser humano por el control de la naturaleza será más grande que su deseo de sobrevivencia?

Luis Clark E.

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