top of page

La ciencia y su lucha contra el olvido

Los recuerdos más preciados de la vida generalmente los resguardamos en fotografías, videos u objetos. Pero todas esas imágenes, olores o canciones que nos provocan y evocan sensaciones de aquellos momentos significativos, en realidad están guardados en un pequeño espacio de nuestro cerebro, justo en el hipocampo. Lleva este nombre por tener una figura semejante a un caballito de mar.


La memoria es un proceso complejo que tiene lugar en las neuronas y en las conexiones entre ellas, que nos permiten recordar lo que desayunamos por la mañana; también el conjunto de conexiones neuronales generan redes múltiples, las cuales almacenan la experiencia de las vacaciones de verano del año pasado.



Ayer jugué a la pelota… hoy, ¿quién soy?

El paso del tiempo genera desgaste en cualquier cosa, así que nuestro cerebro no es la excepción. En la senectud es normal que la memoria empiece a fallar, los detalles se olvidan y aquellos recuerdos ya no son tan claros. Esta pérdida de memoria es paulatina, sin embargo, existen enfermedades que parecieran ser un virus informático que esconde los archivos o los borra. La memoria se desvanece al grado de no reconocerse a sí mismo, esto sucede con el Alzheimer.


Para codificar y conducir los mensajes en nuestro cerebro se requieren de sustancias que crean los canales de comunicación, es decir, permiten la conexión entre las neuronas para construir una idea, recordar un número telefónico o resolver un problema matemático. Una sustancia muy importante para estas acciones es la β-amiloide, denominado péptido. Esta sustancia llega a formar placas o depósitos insolubles en zonas del cerebro y las neuronas, afectando su comunicación. Esto es uno de los factores que provocan la aparición del Alzheimer.


Imagen de resonancia magnética de un cerebro sano y uno con Alzheimer

Un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, descubrieron un mecanismo celular que busca eliminar los cúmulos de β-amiloide (estudio publicado en agosto de 2015). En los estudios post mortem en pacientes con Alzheimer que realizaron, comprobaron que las células gliales toman medidas de acción ante la acumulación de β-amiloide. Estas células además de dar soporte y protección a las neuronas, participan en la formación, operación y modulación de las redes neuronales, y realizan limpieza para que las neuronas puedan desempeñar sus funciones. Esta remoción o limpieza es un mecanismo llamado “autofagia”, en el cual las células “se comen” la β-amiloide, la degradan y la reciclan para proteger el tejido cerebral y sus células. Este es un mecanismo que se presenta por sí solo, pero puede estimularse mediante un fármaco. Para ello, fue necesario conocer el mecanismo molecular de este proceso. En esos experimentos se dieron cuenta que las células gliales provocan una reacción inflamatoria que permite que la enfermedad siga avanzando.


Comprender el funcionamiento de nuestro cerebro, así como su relación con el resto de nuestro cuerpo es muy complejo. No obstante los esfuerzos de la ciencia rinden frutos, en este caso el descubrimiento de la función de las células gliales aumenta en gran medida las expectativas para controlar y hasta curar el Alzheimer.


Recreación de neuronas con Alzheimer


Publicaciones
destacadas
Publicaciones recientes
Archivo
Siguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
Buscar por Tags
No hay tags aún.
bottom of page