Limpieza del Océano
- ANCLa
- 6 nov 2015
- 3 Min. de lectura
Si de vez en cuando disfrutas sumergirte en las cálidas y tropicales aguas de tu playa favorita o eres un explorador nato del fondo marino, te será familiar el haber observado una gran cantidad de basura conviviendo con los ecosistemas marinos. Desde pequeños trozos de plástico hasta desperdicios de grandes proporciones.
Dado que todas las corrientes oceánicas se encuentran conectadas alrededor del planeta, esta basura se mueve a través de ellas y representa un problema de escala global. Algunos de los intentos para tratar de resolver este asunto llevan ya varios años, como es el caso de las actividades que se realizan en Panamá. En este país, la práctica de recolectar y limpiar basura de las playas se inició en el año de 1992 y recientemente se recolectaron un total de 65 toneladas durante un día. Sin embargo, estos esfuerzos se quedan cortos ante la magnitud del problema.

Jornada de recolección de basura
Aproximadamente 8 millones de toneladas de plástico se vierten al océano cada año. De ellas, al menos 5.25 trillones de piezas de plástico se encuentran actualmente flotando en la superficie marina y han generado consecuencias graves para el medio ambiente, afectando a 1 000 000 de aves marinas y 100 000 mamíferos acuáticos. Más allá de las afectaciones ecológicas, esta basura representa un gasto de 13 billones de dólares al año para la industria pesquera, marítima, turística y de limpieza de las líneas costeras. Por si fuera poco, algunos de estos plásticos en contacto con el agua marina liberan químicos tóxicos con potencial cancerígeno que impactan directamente nuestra alimentación. En estos tiempos darse el lujo de consumir un alimento cancerígeno no es costeable.
Afortunadamente no todos toman a la ligera el problema de la basura, tal es el caso del joven holandés Boyan Slat de apenas 21 años, quien al encontrarse nadando entre restos de plástico en las costas de Grecia, decidió tomar cartas en el asunto.
Este prometedor joven tuvo una fabulosa idea: "en vez de ir a buscar la basura al mar, que sea el mar quien traiga la basura", tal como afirmó en las TED TALKS. Con este principio en mente, Slat diseñó una barrera flotante de varios kilómetros de extensión anclada al fondo marino por medio de boyas y cuyo objetivo es aprovechar el flujo natural de las corrientes para concentrar la basura.

Foto: The Ocean Cleanup
En lugar de ir tras el plástico utilizando botes y redes, la limpieza del océano se puede realizar utilizando barreras flotantes que, con el movimiento natural de las corrientes oceánicas concentran la basura de forma pasiva.

Virtualmente todas las corrientes fluyen por debajo de la barrera, protegiendo toda la vida marina con una flotabilidad neutra y evitando la captura de la misma. De esta forma solo se recolecta el plástico que es más ligero que el agua.

Existen diversas barreras que se adaptan a las condiciones de cada corriente. Algunas están diseñadas para el despliegue a gran magnitud y pueden abarcar millones de kilómetros sin moverse un centímetro. Para evitar su movimiento debido a las corrientes, las barreras se #Anclan al fondo marino.

Pero para llevar a cabo su proyecto, el joven Slat formó su “pequeña” empresa. Sin embargo, esto no fue fácil pues tuvo que tocar muchas puertas. Consiguió respaldo de la ONU y un sin número de científicos se sumaron al sueño de este joven “The Ocean Cleanup”. Así se diseñó y probó el primer sistema de recolección de basura marina con resultados muy prometedores. En tan solo 10 años este sistema podrá eliminar la contaminación del océano Pacífico o mejor conocida como la gran mancha de plásticos.
Luis Clark E.
Si buscas más información puedes ver el siguiente video (activa los subtítulos).
Visita también la página del proyecto
http://www.theoceancleanup.com






















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