El espacio se llena de más sabor latino: nuevos satélites en orbita
Un satélite se define como un cuerpo celeste que gira alrededor de un planeta de masa mayor y que usualmente lo acompaña en su traslación alrededor de la estrella que orbita. Por ejemplo, la Luna es el satélite natural de la Tierra y Caronte lo es de Plutón. Mientras estos cuerpos se forman por la condensación de materia entorno a los planetas (como la Luna, formada del material resultante del choque de la Tierra con un protoplaneta denominado Theia) o pueden ser capturados en su trayectoria por la gravedad (como Tritón, por la fuerza gravitacional de Neptuno del Cinturón de Kuiper), en nuestro planeta existen también satélites artificiales que son lanzados desde la superficie hasta el espacio. Aunque la existencia de estos artilugios ya se concebía de manera ficticia en la literatura de los años 1800, no fue hasta 1957 que se puso en órbita el primer satélite artificial llamado Спутник-1 (Sputnik 1). El lanzamiento de dicho satélite marcó en el contexto de la Guerra Fría la victoria inicial de la Unión Soviética sobre Estados Unidos en la carrera por la conquista del espacio.
De protagonistas de guerra y comunicación a basura espacial
El área gris muestra el número de satélites lanzados y el área naranja el número activo. El satélite operativo más antiguo en órbita es el Amsat Oscar-7, que fue lanzado desde la Base Aérea Vandenberg en California en 1974 y que se utiliza para la transmisión de radio aficionados. Fuente: bbc
Según información de la Red de Vigilancia Espacial ( Space Surveillance Network) de Estados Unidos, desde 1957 al presente año más de 24 500 objetos han sido lanzados a la órbita terrestre. Datos presentados por la NASA muestran que la Tierra es orbitada actualmente por más de 1 071 satélites activos. La mayoría de estos satélites se utilizan para las telecomunicaciones. Contestar una llamada de celular, enviar la ubicación en whatsapp o ver una serie de televisión son tareas que dependen de señales que retransmiten satélites a varios kilómetros sobre la superficie. No obstante, estos también son utilizados con objetivos científicos como la realización de estudios meteorológicos y sobre las propiedades de la atmósfera, la observación del relieve terrestre, el análisis de los recursos naturales, el estudio del universo y otros cuerpos celestes. Un número importante de satélites es empleado para tareas militares que incluyen las comunicaciones secretas y el espionaje, el rastreo y vigilancia de personas y la destrucción de objetivos. Cuando los satélites terminan su vida útil se convierten en chatarra flotante, basura espacial. El problema de que haya tantos en órbita es que pueden colisionar entre ellos y ocasionar una cascada de escombros espaciales que afecten a los satélites activos (efecto Kessler).
Miles de objetos orbitando la Tierra. Fuente: AFP
Latinoamérica en la carrera espacial
En Latinoamérica la carrera espacial empezó en 1958 encabezada por Brasil y México con el lanzamiento de los satélites Brasilsat A1 y Morelos 1, respectivamente. A estos le siguieron Argentina en 1990 con el Lusat 1, Chile en 1998 con el FASat-Bravo, Colombia en 2007 con Libertad 1, Venezuela en 2008 con Venesat 1, y Bolivia en 2013 con Túpac Katari. En los años recientes, con el objetivo de depender cada vez menos de satélites de otros países y obtener mejores utilidades, se han incrementado las iniciativas estatales para aumentar el número de satélites propios. Prueba de ello fue el lanzamiento en 2014 del Arsat 1 de Argentina, el primer satélite de su tipo diseñado, financiado, desarrollado, ensamblado y probado en un país de la región. De esta manera Argentina ingresó a la selecta lista de países en tener en órbita un satélite de construcción propia. A pesar de los esfuerzos, ningún país latinoamericano tiene aún la capacidad de lanzamiento.
Lanzamiento del Arsat 2 y Morelos 3: 2015
El último día del mes de septiembre, nuevamente un satélite diseñado y construido en Argentina (Arsat 2) fue lanzado con éxito desde el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa. El 50 % del satélite está hecho con piezas de fabricación argentina. También hace uso de un software diseñado totalmente en el país. Este nuevo satélite tiene un peso de 3.19 kilogramos, ocupará la posición 81 grados el Oeste del ecuador y con una vida útil de 15 años se integrará al sistema satelital argentino. El lunes 05 de octubre se inició la tercera maniobra a 14 021 kilómetros para acercar al satélite a su órbita final. Este satélite permitirá mejorar los servicios de televisión, internet, datos, telefonía, y operaciones con otros países.
El pasado 2 de octubre fue lanzado con desde Cabo Cañaveral el satélite mexicano Morelos 3. Ese satélite pesa cerca de 5.3 toneladas, estará en una posición orbital de 113 grados de longitud Oeste sobre el Ecuador y tendrá una vida útil de 15 años. Aunque el satélite alcanzará su órbita geoestacionaria a 36 mil kilómetros de altura el 15 de octubre, el artefacto ya transmite las primeras señales. Según Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes, este hecho es un avance significativo en la consolidación del sistema mexicano de satélites y en el fortalecimiento de las telecomunicaciones, pues este satélite de telecomunicaciones llevará mejores servicios de voz, video y datos a alta velocidad.
