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Latinoamérica consigue aumentar… la obesidad en sus habitantes

¿Cuál es el menú de hoy? Una hamburguesa congelada con unas papas fritas, de beber, un jugo de fruta dietético, y de postre, una barra fortificada acompañada de una malteada de fresa, por supuesto con saborizante y colorante artificial. Con todos estos detalles ya no parece una comida atractiva; sin embargo, es completamente una realidad. Nuestros hábitos de alimentación responden a diferentes factores sociales, económicos y otros que tienen una repercusión directa en nuestra salud. En concreto todo esto deriva de la globalización.

La dinámica social en países en vías de desarrollo como en Latinoamérica se refleja en la realización de nuestras actividades cotidianas, en las cuales gran parte del tiempo lo destinamos a la jornada laboral. Así que el tiempo que dedicamos para alimentarnos es escaso, situación que nos obliga a recurrir a aquellos alimentos que implican menor esfuerzo y tiempo en su preparación, o bien, a buscar la opción de consumir lo primero que encontremos en la tienda o en el local de comida rápida de acuerdo a nuestras posibilidades.


Por otra parte, las ciudades en Latinoamérica se han ido expandiendo cada vez más, lo cual implica que las tiendas o los comercios sean sustituidos por supermercados o pequeñas tiendas de autoservicio que ofrecen principalmente productos que se caracterizan por tener una larga vida en anaquel, entre ellos destacan los alimentos ultra procesados. Esto ha provocado un incremento en la entrada de productos extranjeros, lo que a su vez perjudica el mercado local al grado de ser desplazado.


Latinoamérica se ha convertido en un mercado atractivo para los alimentos ultraprocesados, los cuales están señalados como los causantes del aumento en casos de sobrepeso y obesidad. Así lo indica el último informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este se describen las tendencias de las ventas de productos ultraprocesados en 13 países latinoamericanos (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela), haciendo referencia a los factores sociales y económicos que las determinan. También se identificó el aumento en los casos de obesidad y enfermedades relacionadas, así como los planes de acción establecidos en estos los países.

Los ULTRAprocesados

La mayoría de los alimentos se procesa con el objetivo de conservarlos por más tiempo, mejorar su sabor, facilitar su cocción y añadir valor nutricional. El procesamiento de alimentos ha tenido un gran desarrollo gracias a la ciencia de los alimentos y la tecnología implicada para lograr los objetivos ya mencionados.

Investigadores de la Universidad de Sao Paulo en Brasil propusieron una clasificación de alimentos según su origen, finalidad y grado de procesamiento industrial. El sistema NOVA se compone de cuatro grupos. El primero de ellos se integra de los alimentos sin procesar o mínimamente procesados, haciendo referencia a las partes de plantas y animales sin proceso alguno, y también a los que sufren alguna modificación que implica la eliminación de algún elemento o parte del alimento. Por ejemplo, las frutas secas o congeladas. El segundo grupo corresponde a los ingredientes culinarios, que son las sustancias extraídas y purificadas como los aceites y azúcares, es decir, alimentos que requieren cierto proceso. En tercer lugar están los alimentos procesados, a los cuales se les agregan aceites, azúcares, sal u otros ingredientes principalmente para conservarse en buen estado por más tiempo y también para mejorar su sabor. Al final de la lista encontramos a los productos ultraprocesados, los protagonistas del grave problema de la obesidad. Estos productos requieren procesos más complejos para su fabricación, ya que en realidad son formulaciones industriales desarrolladas por la ciencia y tecnología de los alimentos, solamente una pequeña parte corresponde a compuestos orgánicos provenientes de los alimentos naturales. La mayoría de sus componentes son aditivos (aglutinantes, colorantes, edulcorantes, emulsificantes, espesantes, aromatizantes, saborizantes y conservadores), es decir, son sustancias sin valor nutritivo que se agregan a los productos para proporcionar características específicas como su aspecto, sabor, olor, conservación, etc. Generalmente sólo necesitan ser calentados para consumirse, por lo que son una buena alternativa para ahorrar tiempo y en algunos casos dinero.


Las galletas, cereales, helados, golosinas, frituras, bebidas gaseosas, leche en polvo, productos fortificados, energizantes, dietéticos y adelgazantes, entre muchos más, son parte de la lista de los productos ultraprocesados. ¿Cuántos de estos productos forman parte de tu alimentación?


La gravedad de la situación es que estos alimentos generan problemas de salud por su mala calidad nutricional, pero ganan terreno al ser productos apetitosos y muchos de ellos suculentos. En la mayoría de los casos funciona darles un perfil saludable para atraer al consumidor y si se agrega la magia de la mercadotecnia obtienen el mejor de los resultados, sí, un numeroso consumo de sus afables productos. Si a lo anterior le añadimos nuestra despreocupación por revisar la lista de ingredientes que contienen los productos (si es que este posee alguna información), debemos enfrentarnos a la alta probabilidad de ser víctimas del sobrepeso, la obesidad y todos los padecimientos que se relacionan como las enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, entre otras.


Si bien es nuestra obligación y derecho saber qué es lo que estamos consumiendo, el establecimiento de políticas públicas en cada país es necesaria para verificar y vigilar que los productos cuenten con la información adecuada sobre su contenido y así, el consumidor decide adquirirlo o no. Por ello, el informe de la OPS/OMS recomienda concientizar a la población sobre el cuidado de la salud, partiendo de los hábitos alimenticios y la actividad física; y regular la comercialización, que incluye el etiquetado adecuado, y la mercadotecnia empleada.


¿Cuántas veces has tenido la curiosidad de revisar la etiqueta de lo que consumes? Es un buen momento para empezar.

Informe oficial


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